La medición de los riesgos relacionados con el cambio climático es un reto global que se refleja en la construcción de escenarios climáticos que presentan información futura sobre las variaciones del clima respecto a lo históricamente registrado. En el sector financiero es clave además entender cómo se asumen los riesgos de transición y los riesgos físicos en los portafolios.